martes, 18 de noviembre de 2008

INGENIERÍA de SONIDO: LA ECUALIZACIÓN

Es frecuente encontrar textos que intentan impartir lecciones magistrales sobre ecualización. Lo cierto es que en la práctica nos encontramos que estas nos sirven de bien poco. La ecualización es el “efecto” básico del mundo de la grabación (tanto que muchas veces ni se considera un efecto).

Si vamos pegando sobre un folio en blanco distintas fotografías de distinto tamaño, llegará un momento que estas se superpongan y dejemos de verlas. Esto conlleva que tengamos una impresión diferente de lo que estamos viendo.

Análogamente, una canción no es más que una serie de elementos que suenan al unísono. En esta situación, se producen numerosas superposiciones de frecuencias de las componentes espectrales de los instrumentos (lo que produce un enmascaramiento). Para que podamos percibir los elementos que conforman la canción de manera natural debemos realizar un balance frecuencial, la herramienta básica: la ecualización.

Así pues, mediante la ecualización se debe asegurar que los diferentes elementos musicales encajen perfectamente los unos con los otros. Debemos conseguir que todos los elementos del tema musical trabajen bien en conjunto.

Para poder conseguir nuestro objetivo, en primer lugar, tenemos que saber que cualquier cambio en unas determinadas frecuencias afectan a la forma en que percibimos el resto de frecuencias. Esto se debe en gran parte por el efecto de enmascaramiento, el cual se hace más patente en las altas frecuencias, donde los niveles a bajas frecuencias producen enmascaramiento. Por tanto si, por ejemplo, hacemos una atenuación en una pista a bajas frecuencias, lo más probable es que las frecuencias altas después del cambio se perciban más claramente.

La técnica del barrido
¿Cómo podemos buscar las frecuencias que nos están molestando? La técnica más usada para esto es la técnica de barrido.
Veamos cómo lo haríamos en el caso de esa guitarra. En un ecualizador paramétrico configuraríamos una de las bandas a una frecuencia de 500Hz, pondríamos un ancho de banda (Q) muy estrecho y pondríamos una ganancia de unos 8dBs. Lentamente iríamos modificando la frecuencia hacia abajo hasta encontrar el punto donde se perciba una resonancia molesta. Una vez localizada dejamos la frecuencia fija y jugamos con el Q, cerrando el ancho de banda del ecualizador, y la ganancia hasta que hayamos mitigado los efectos de la resonancia sin que el sonido en sí, se resienta demasiado.
Tipos de ecualizadores

1. Ecualizadores paramétricos: Un EQ paramétrico queda definido por su capacidad para seleccionar la frecuencia central y el ancho de banda del efecto. Para ello se dispone de controles de corte / realce, frecuencia y Q (ancho de banda).
2. Ecualizadores de barrido: Aplica un corte o realce progresivo a las frecuencias superiores (barrido de agudos) o inferiores (barrido de graves) a una frecuencia predefinida (similar a los antiguos controles de graves, medios y agudos en las cadenas hi-fi). A menudo ofrecen la posibilidad de definir la frecuencia base, asó como la pendiente o número de polos de barrido (como la pendiente y los polos de un filtro, que controlan el aumento progresivo de corte o realce conforme te alejas de la frecuencia fundamental).
3. Ecualizadores gráficos: Tiene varias bandas de frecuencia, cada una con su propio deslizador de corte/realce. Así, la posición de los deslizadores representa de una manera gráfica la forma que tiene la curva de EQ aplicada (de ahí su nombre). Un ecualizador gráfico estándar tiene 32 bandas de 1/3 de octava.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente información, fué de mucha ayuda. Tal vez haga falta un poco de información en cuanto al ecualizador y su espectro audible de frecuencias (bajo, medio, alto).